Un aspirante a chef y una recién divorciada descubren que sus vidas cambian para siempre cuando un encuentro casual los une en una historia de amor profundamente conmovedora que abarca una década. Florence Pugh describió la filmación de este proyecto como “uno de los momentos más destacados de [su] carrera”. Estructura no lineal: una espada de doble filo Living in Time hace una elección narrativa audaz al usar una estructura no lineal. Si bien agrega complejidad a la historia, haciéndola sentir como una serie de recuerdos fragmentados o flashbacks de sueños, se produce a costa de la conexión emocional.
El salto constante entre diferentes momentos de la relación evita que la audiencia se sumerja por completo en los eventos clave. Como resultado, algunos momentos clave se sienten apresurados y perdemos la oportunidad de absorber realmente las emociones y las consecuencias de ciertas escenas. La carrera de Almut: una oportunidad perdida Una de las cosas que encontré que faltaba en We Live in Time fue una inmersión más profunda en la carrera de Almut como chef. Nos dicen que cocinar es su pasión, pero la película no dedica mucho tiempo a explorar por qué es tan importante para ella.
¿Qué papel juega la cocina en su identidad y cómo entra en conflicto con sus luchas personales? Al centrarse más en este aspecto, la película pierde la oportunidad de añadir profundidad a su personaje. Habría ayudado no solo a conectar más al espectador con su viaje, sino también a hacer que su conflicto interno sobre el equilibrio entre la carrera y la familia se sintiera más urgente y relacionable. Cuando el producto se convierte literalmente en parte de la conversación, parece que la película se acaba de tomar un breve descanso para vendernos el desayuno.
Es el tipo de momento que te hace preguntarte “¿Cuánto pagó Weetabix por esto?” No arruinó la película, pero definitivamente podría haber prescindido del anuncio de snacks en mitad de la película. Las actuaciones fuertes la mantienen unida A pesar de sus defectos, We Live in Time se mantiene unida gracias a las increíbles actuaciones de Garfield y Pugh. Ambos actores logran transmitir emociones crudas con profundidad, llevando el peso del núcleo emocional de la película. Conclusión Al final, Living in Time no es una película revolucionaria, pero es honesta.
Es una historia profundamente personal de amor, tiempo y pérdida, y aunque no siempre toca todos los ritmos emocionales, aún ofrece momentos de verdadera belleza. Echa un vistazo a nuestra lista de nuevas y emocionantes películas de los festivales de cine de este año, incluidos Venecia, TIFF, el Festival de Cine de Nueva York y muchos otros.