1946. Amerigo tiene siete años y nunca ha abandonado Nápoles ni a su madre Antonietta. Su mundo, hecho de calles y pobreza, está cambiando. En uno de los “trenes de la felicidad”, pasa el invierno en el norte, donde una joven, Derna, lo acoge y cuida. A su lado, Amerigo toma conciencia de que…